Hormona de la tristeza: nombre y cómo bajarla

Las hormonas son una parte indispensable para que nuestro organismo funcione como la máquina perfecta que es. Estos elementos, cumplen roles fundamentales en todas nuestras funciones vitales y en el control de procesos biológicos como el hambre o el sueño. Y, evidentemente, también tienen un papel muy destacado en nuestro estado de ánimo y nuestros comportamientos. A menudo pensamos que tenemos un control total sobre nuestros pensamientos y nuestras emociones, que cada una de las palabras y acciones que hacemos y pronunciamos responden a una lógica que depende únicamente de nosotros. No obstante, las hormonas tienen mucho que ver en aquello que hacemos, pensamos y sentimos, tanto en la felicidad como en la tristeza. Es por eso que en el siguiente artículo de la Welthy magazine te queremos hablar sobre la hormona de la tristeza: nombre y cómo bajarla, para que aprendas un poco más sobre este mundo microscópico que te hace ser como eres.

¿Cuál es la hormona del llanto?

La prolactina, que también se conoce como la hormona de la tristeza u hormona del llanto, seguramente es la hormona que más se relaciona con los estados de tristeza. Además, es un buen ejemplo para darnos cuenta de que todo lo que nos rodea y todas las situaciones que experimentamos, influyen en nuestros niveles hormonales y en nuestras emociones.

La prolactina es la hormona que estimula la producción de leche materna (de aquí le viene el nombre), razón por la cuál durante el embarazo sus niveles son mucho más elevados. Esto no significa que esta hormona solo esté presente en el organismo de la mujer cuando están encintas, aunque en menores niveles siempre lo está. Lo mismo sucede en el caso de los hombres, aunque en menor nivel que en las mujeres, los hombres también segregan prolactina.

¿Y por qué se la conoce como hormona de la tristeza si es la encargada de hacer segregar la leche materna? Porque cuando se activa en ciertas zonas de nuestro cerebro, esta hormona nos causa una sensibilidad mucho mayor y hace que tendamos a llorar. Hay que destacar que la hormona de la tristeza no solo te hará llorar y sentirte emocionalmente inestable, sino que también puede estar relacionada con distintos problemas físicos que requieren de atención médica, como por ejemplo quiste en los ovarios. Hay que aclarar que esta hormona no es un problema, de hecho es indispensable para una vida saludable e importantísima durante el embarazo. Pero fuera de estos casos es importante mantenerla en los niveles adecuados.

Pero no sería justo (ni correcto) centrarlo todo en la prolactina, ya que no es la única hormona involucrada en los estados de ánimo bajos ni la única desencadenante. A continuación te explicamos qué papel cumple cada hormona en la tristeza y cómo nos afectan sus niveles.

Otras hormonas relacionadas con la tristeza

Como acabamos de decir, hay muchas hormonas relacionadas con la tristeza. Las hormonas, no solo controlan los procesos biológicos, sino que también condicionan nuestros estados mentales y emocionales. Ciertos desequilibrios hormonales nos pueden llevar a estados de tristeza e incluso desencadenar en depresión. A continuación te explicamos la relación de cada hormona con este sentimiento de tristeza:

Oxitocina

La oxitocina es una hormona compuesta por 9 aminoácidos que interviene en la mayoría de nuestras conductas, ya sea en relaciones de amistad, de pareja, de cuidad, de crianza, incluso en el sexo. Es por eso que cuando los niveles de oxitocina descienden aparecen estados de ánimo depresivos y de tristeza. Como hemos explicado, la oxitocina interviene en los comportamientos psicosociales, es por eso que cuando bajan los niveles también se observa un cambio en nuestro comportamiento que puede sorprender: bajan también los niveles de empatía.

Melatonina

Seguramente habrás escuchado hablar de la melatonina, y casi con total seguridad la relacionarán con el sueño y un buen descanso. Y no te faltará razón, la melatonina es la hormona del sueño y se encarga de regular nuestros estados de vigilia-sueño. Es por eso que cuando descienden sus niveles aparece el insomnio y puede dificultar el descanso. Pero su rol en nuestro organismo no acaba aquí. La melatonina interviene en muchos otros aspectos de nuestro día a día, por ejemplo, como freno contra el envejecimiento neuronal, protegiendo el sistema neurológico. Y si los niveles de esta hormona son bajos afectarán definitivamente a nuestro estado de ánimo, provocando tristeza y apatía.

Hormonas tiroideas

​​Las hormonas tiroideas toman parte en muchísimos de los procesos metabólicos que se llevan a cabo en nuestro organismo. Tanto en los casos de hipotiroidismo como en los de hipertiroidismo, suelen aparecer estados de tristeza, cambios repentinos de humor y una tendencia a la depresión. Algo que debes tener en cuenta en tu alimentación es que para que estas hormonas puedan funcionar necesitan de ciertas materias primas, como es el caso del yodo (la sal) y la vitamina B12. Mientras que el primero suele tener presencia en la mayoría de dietas, la B12 suele ser una carencia habitual en mucha gente.

Adrenalina

La adrenalina es tanto una hormona como un neurotransmisor, y es la responsable de ese estado de alteración que vivimos en una montaña rusa o en situaciones de estrés. Esta hormona incrementa nuestra frecuencia cardíaca, mejora el paso por nuestras vías aéreas y contrae nuestros vasos sanguíneos. Todo ello, son modificaciones corporales que tienen como objetivo ayudar a la huída en un momento de peligro. Y es exactamente eso lo que pasa cuando sufrimos ansiedad, que nuestro cuerpo se ve constantemente en peligro y reacciona de esta forma. De modo que, lo que en una montaña rusa o bajando por una pista de sky nos parece eufórico y agradable, en el día a día nos provoca una sensación de angustia y tristeza. Un exceso de adrenalina nos llevará a estados ansiosos, y un estado de ansiedad nos llevará hacia estados de tristeza, apatía e incluso depresión.

Estrógenos y progesterona

Como en el caso de la prolactina, los estrógenos y la progesterona están presentes en mayor medida en el cuerpo de la mujer, no obstante, también los encontramos en el cuerpo del hombre. Las dos se relacionan muy especialmente con la fertilidad, el ciclo menstrual y la reproducción, pero también juegan un papel clave en el metabolismo muscular, la salud ósea y la salud dérmica.

Cuando los niveles de progesterona y estrógenos se desequilibran, también suele aparecer la tristeza, irritabilidad y cambios bruscos de humor. De hecho, estas hormonas están detrás de muchos de los cambios emocionales que las mujeres pueden sentir durante el síndrome premenstrual. ¿Quieres saber cómo influye la alimentación en el ciclo menstrual? ¡Te lo explicamos en el siguiente artículo!

Cómo bajar la hormona de la tristeza con la alimentación

Durante el embarazo es normal, de hecho es imprescindible, que aumenten los niveles de prolactina del organismo. No obstante, fuera de estos casos concretos, es necesario mantener los niveles de esta hormona bajo control. Para ello, debes saber que la alimentación cumple un papel fundamental, tanto por aquello alimentos que tienes prohibidos, como aquellos que deberías introducir. A continuación te los explicamos:

Alimentos que aumentan la prolactina

• Avena: la avena es un cereal con alto contenido en betaglucano, que es un tipo de fibra que si bien nos ofrece beneficios como la reducción del colesterol, también aumenta los niveles de la hormona de la tristeza.
• Sésamo y semillas: semillas como el lino o especialmente el sésamo se suelen recomendar en las mujeres embarazadas para ayudar en la producción de leche. Por eso no debería ser incluida en la dieta de alguien con prolactina alta.
• Quinoa: la quinoa es otro de los productos que no deberías comer si tienes la prolactina alta y la razón es la misma que la de la acena, su contenido en betaglucano.

Alimentos que bajan la prolactina

Si necesitas bajar los niveles de prolactina, hay una serie de alimentos que conviene tener en la despensa por su capacidad para reducirla. Te explicamos cuáles son:

• Frutos secos: ya sean cacahuetes, almendras o nueces, los frutos secos son una gran fuente de fenilalanina. Esta, es un aminoácido que rebaja los niveles de prolactina, por lo que será de gran utilidad.
• Proteínas: cualquier alimento con alta cantidad de proteína, como el pescado azul, lácteos o carnes rojas, también nos aportan la fenilalanina necesaria para reducir la prolactina.
• Verduras y fruta: los antioxidantes presentes en la mayoría de verduras -sobre todo de hoja verde- así como en fruta -sobre todo de baya- los sitúan en esta lista de alimentos que bajan la prolactina.
• Marisco: el marisco como langostinos, gambas o productos de concha son una gran fuente de B6 y zinc, una vitamina y un mineral que nos pueden ayudar a rebajar los niveles de prolactina de nuestro cuerpo.