¿Cuál es la mejor carne para comer?

¿Cuál es la mejor carne para comer?

Para obtener una buena salud es necesario hacer ejercicio y apostar por una alimentación sana, variada y equilibrada. Sin olvidarnos del consumo de proteína, un nutriente esencial para que nuestro cuerpo funcione correctamente. 

Dentro de la mejor carne para comer encontramos tanto el conejo como el pollo, el pavo o el cerdo. Ya que son carnes muy nutritivas y adecuadas para llevar un estilo de vida saludable. Sin embargo, algunas tienen más grasa y proteínas que otras, y desde aquí te vamos a poner al corriente de cuáles son las más saludables, aunque la elección final también dependerá de tus gustos y necesidades.

Las proteínas pueden proceder de: 

• Alimentos vegetales, como las legumbres o los cereales,
• Fuente animal, como el pescado, la carne, los huevos o la leche

La cantidad de proteína recomendada para un adulto se calculará teniendo en cuenta que es necesario aportar unos 0,8 g por cada kilogramo de peso. Sin embargo, es muy importante tener en cuenta si la persona es activa, sedentaria o práctica deporte de intensidad de forma frecuente. 

Las carnes magras 

Según aseguran los especialistas en nutrición, mejor carne para comer es la carne magra. No solo es fuente de proteínas de calidad, sino que es una carne baja en grasa, de ahí que sea recomendable consumir entre 3 y 4 raciones a la semana.

Debes saber que la carne magra que existe es la de conejo, pollo y pavo, mientras que el magro de otras carnes (básicamente cerdo, cordero o vacuno) va a depender de la zona donde se encuentre y del tipo de corte.

De las carnes magras mencionadas, la que tiene más proteínas es la de conejo, mientras que la que contiene más grasa saturada es la de cerdo. Teniendo en cuenta este tipo de valores, todas las carnes blancas que hemos mencionado presentan niveles similares bastante bajos, así que podemos consumirlas sin ningún problema. 

Ahora bien, la elección entre una carne u otra dependerá de nuestros objetivos: 

• Si queremos desarrollar nuestros músculos, lo más acertado es consumirlas todas, e incluso incluir otras con mayor índice de grasa, como el pato o el cordero. 
• Sin embargo, si tenemos que elegir una en el caso de las personas que desean perder peso o llevar una dieta equilibrada, sería la carne de conejo, seguida de la de pollo y la de pavo. En estas situaciones, deberíamos dejar a un lado la carne de ternera o de cerdo y consumirla únicamente en momentos puntuales.

Hay que decir que la carne de conejo es bastante apreciada por los expertos en salud por todas las propiedades nutricionales con las que cuenta. Es perfecta para añadirla a menús bajos en calorías porque tiene un gran sabor, al mismo tiempo que aporta únicamente unas 140 calorías por 100 gramos. Su carne contiene potasio, selenio y fósforo, además de las vitaminas B3, B6 y B12. Además, es baja en sodio y no tiene ácido úrico. 

Pese a que la carne de conejo es bastante saludable, muchas personas se decantan por el pollo y el pavo. A la hora de escoger entre estas dos carnes, es necesario aclarar que son diferentes y que aportan diferentes niveles de grasa. De ese modo, la carne de pavo aporta mucha menos grasa que la de pollo, estamos hablando de un 2% frente a un 7%. En cuanto al colesterol, la pechuga de pavo vuelve a ganar la partida con 50 mg por cada 100 g, en comparación con el pollo que contiene 80 mg. 

Ahora bien, ambas aportan buenas proteínas y varias vitaminas del grupo B. Contienen minerales como el fósforo, el zinc y el potasio, y son fuente de triptófanos. En cuanto a su conservación, hay que tener cuidado porque estas carnes pueden estropearse rápidamente. 

De hecho, los filetes de pavo o pollo crudos suelen conservarse únicamente 1 o 2 días dentro del frigorífico, salvo que estén cocinados, en cuyo caso pueden aguantar 2 días más, aunque todo depende de la frescura de la carne. Si crees que no vas a consumirlas en estos días, lo mejor es congelarlas, pues en este estado pueden estar perfectamente de 9 a 12 meses.

¿Cuál es la peor carne para comer?

Una vez conocida la mejor carne para comer, es interesante conocer la otra cara de la moneda. Si tenemos que hablar de carnes poco saludables, es necesario mencionar las procesadas. Numerosos estudios han demostrado que las personas que suelen consumir carne procesada cuentan con más posibilidades de sufrir muerte prematura. 

Ahora bien, a la hora de escoger la peor carne que existe para el ser humano, esa es la de oveja o borrego. Esta carne es alta en grasa saturada, lo que aumenta bastante el nivel de colesterol malo si se consume frecuentemente.

¿La carne de cerdo es buena para comer? 

A pesar de que la carne de cerdo puede contener bastante grasa, eso no significa que sea dañina para la salud. Esta carne es una de las más consumidas y mejor valoradas en nuestro país, por eso vamos a hablar un poco de ella para desmitificar algunos mitos que giran en torno a ella. 

El cerdo tiene cortes magros que son más saludables, como es el caso del solomillo, el lomo y la pierna. Estamos hablando de un valor que está por debajo del 5% de grasa, en la que prevalecen los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados. Además, la mayor parte de la grasa de la carne de cerdo procedente de estos cortes se puede eliminar al ser subcutánea.

La carne de cerdo tiene un sabor bastante agradable y contiene muchas propiedades que son beneficiosas para el cuerpo humano. Contiene hierro, fósforo, potasio, zinc y magnesio, además de incluir diferentes vitaminas del grupo B, como tiamina, riboflavina, B6 y B12.  Además, es una magnífica aliada para aumentar la masa muscular.

Eso sí, tenemos que cuidar su consumo y no basar nuestra alimentación únicamente en la carne de cerdo. Además, algunos de sus productos derivados pueden contener mucha grasa y provocar la subida de colesterol malo y fomentar la aparición de algunos problemas cardiovasculares, como es el caso del embutido. 

¿Cuáles son las carnes rojas más saludables?

Según todo lo que hemos hablado anteriormente, está claro que los nutricionistas apuestan por incluir principalmente carne magra en nuestra dieta semanal, que es la que tiene menos grasa. En cuanto a la carne roja, al tener más grasa que la blanca, también se recomienda su consumo, aunque en menor cantidad. De cualquier forma, no toda la carne roja es más magra que la blanca, porque depende del tipo de animal que se trate y de corte. 

Se considera que es carne magra, aquella que contiene menos de 10 gramos de grasa por cada 100 gramos de peso. Dicho esto, existen diferentes carnes rojas que pueden ser consideradas carne magra, entre las que destacan las siguientes: 

• Dentro de la carne de cerdo, podríamos incluir en esta definición al lomo y al solomillo. 
• En el caso de la ternera, los cortes que tienen menos de 10 gramos de grasa son: el lomo, lomo superior, el solomillo y la carne picada procedente de esas zonas. 
• En cuanto al cordero, estaríamos hablando de la carne magra de la paletilla.

Si hablamos de otros cortes referentes a estos tipos de carne, no podríamos considerarlos como carne magra y, por tanto, no podrían consumirse con tanta frecuencia. De hecho, en ese caso no deberíamos excedernos y consumir más de 70 gramos cada día. Esto es algo muy importante que hay que tener en cuenta, especialmente en el caso de los embutidos de carne roja. Y es que ni siquiera el jamón york está considerado como carne magra.

Para no comer más carne roja de la que deberíamos, conviene servirla de forma moderada y acompañarla de una guarnición saludable en forma de verdura. De esa forma conseguiremos saciarnos antes sin la necesidad de ingerir tanta carne.

Conclusiones sobre las mejores carnes para comer y su efecto en la salud

En resumen, existen carnes más saludables que otras, pero consumiéndose de forma equilibrada, podemos decir que ninguna de ellas es perjudicial para la salud. Ciertamente, la carne blanca es mejor que la roja, pero esta última también podemos incluirla en nuestra dieta de forma puntual.

No debemos tener miedo al consumo de la carne, eso sí, debemos tener claro qué es lo que comemos, qué nos aporta y cada cuánto podemos comerlo. Hay muchos tipos de carne que, aunque no debemos comerlos de forma regular, sí que nos reportan nutrientes y beneficios de forma puntual. Basta con prestar atención a la cantidad consumida. Sin ir más lejos, la mayoría de los expertos en salud recomiendan tomar carne 2 o 3 veces a la semana, a poder ser varias veces carne blanca y una roja. De todos modos, si quieres moderar su consumo, también puedes hacerlo con los mejores sustitutos de la carne que te explicamos en el siguiente artículo.